Detente un momento
Por: Nanao |
| Integrantes del Grupo Scout Salesiano Caribe |
¡Qué mundo tan apresurado en el que nos
tocó vivir! El tiempo marca nuestra acción en el espacio, caminamos bajo el
flagelo del reloj, se pasan las horas, los días, los meses… la vida entera se
vuelve preocupación temporal. Esta situación conlleva a una realidad más
ajetreada, en la cual hacemos las cosas
y medimos su éxito, efectividad, impacto, coherencia y sentido solo por
la rapidez. ¿Es así como debemos vivir?
Detente un momento y piensa un poco.
Relájate. ¿Haces lo que quieres? ¿Haces lo que debes? ¿Eres feliz? ¿Te sientes
cansado? ¿Tienes tiempo para amar a tu hermano? ¿Tienes tiempo para apreciar a
tu familia? ¿Tienes tiempo para hablar con Dios? ¿Por qué corres? ¿Quién te
persigue?
Un día aprendí esto: existen dos tipos de
tiempo; cronos y kairos. En cronos pasa la vida de los hombres, su transcurrir,
es el tiempo medido en horas, en él comemos, trabajamos, estudiamos, es aquello
que pretendemos controlar; el tiempo kairos es el tiempo de Dios, contiene todo
aquello que él desea para nosotros, amor y felicidad, no lo controlamos pero el
tiempo de Dios es perfecto aunque no lo entendamos cuando vivimos en cronos.
Esperar también es importante ya que la paciencia es una virtud.
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| Grupo Xpression Sales |
En esta época de cuaresma nos viene bien
reflexionar sobre la premura en la que puedo estar viviendo. En la forma en la
cual me relaciono con mis semejantes, en si realmente estoy siendo consciente
de lo que hago, o solo vivo por vivir, porque tengo que estudiar, tengo que
trabajar, tengo que comer, tengo… ¿y si también tengo que ser feliz: a qué
horas? Busca darle significado a todo lo que haces y para ello se requiere
tomarse el tiempo de pensar, agregar valor, apreciar el entorno y pensar en los
demás.
Vivir corriendo te deja solo, porque
todos vamos a ritmos diferentes, cambiemos entonces el hecho de correr y
juntemos los pasos, caminar acompañados nos lleva más lejos. Además, ya lo
decía Jackie Chan: más vale paso que dure y no trote que canse.
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