Don Bosco también nos soñó
Por: Guillermo A. Cano P. / Consejero inspectorial
Desde que hago parte del ambiente salesiano escuchar el relato del sueño
de Don Bosco siempre ha suscitado en mí una experiencia de llamado muy
particular, que me invita a seguir a construyendo desde mi contexto ese sueño
de Juanito, sueño en el que se ve capaz
de hacer, por las buenas, que implacables muchachos se conviertan en jóvenes de
bien. Sin embargo, y con todo el respeto que se merece el padre y maestro de la
juventud, siento que no nos contó su revelación de los 9 años completa,
seguramente porque ni él mismo en ese momento tenía la claridad de lo que había
acabado de soñar. Pero, ¿Por qué me atrevo a suponer que el relato de la
epifanía de Don Bosco estaba incompleto?, simple, después de que las feroces
bestias se convirtieran en mansos corderos, esos corderos tuvieron que haberse
convertido de nuevo en los jóvenes que antes blasfemaban, pero esta vez en
forma de pastores que atraían y convertían a más muchachos, y es en ese punto
en el que cobra sentido el título de esta editorial, porque Don Bosco nos soñó
como prolongación de su misión y de eso estoy seguro, nos soñó para ser como
él, y para luego de un tiempo formar a más promotores de la juventud como él.
Una vez terminé el bachillerato (e incluso desde antes) tuve muy claro
que mi camino debía ir enmarcado en ser la prolongación del sueño de Don Bosco,
tal y como lo fueron muchos salesianos, y como lo han sido muchas personas que
hasta el día de hoy me han acompañado en
mi formación. Considero mi deber como exalumno salesiano poner mi vocación en
función a la formación de jóvenes activos y útiles para la sociedad, líderes
responsables de sus realidades, y con Cristo como centro de sus decisiones, como se hablaba en el encuentro de líderes
vivido el pasado fin de semana: “Líderes como Jesús los quiere”; jóvenes
capaces de llevar luz a sus contextos de oscuridad, sin hacer cosas
extraordinarias, siendo ellos mismos, siendo santos, haciendo lo que mejor
saben hacer, ser felices, y que con esa misma alegría sean capaces de llevar
hasta la santidad a sus iguales que tal vez se encuentran sumergidos en los
diversos males que el mundo de hoy nos ofrece. Así poco a poco vamos a
conseguir que el mundo cambie tan siquiera un poco, y nos hemos dado cuenta de
que ese cambio es posible y está en nuestras manos.
Hay quienes creen que la pedagogía del amor y el sistema preventivo
están salidos de contexto, y que esto de confiar en los jóvenes es un salto al
vacío; también dicen que el cambio es imposible o que las cosas van a seguir
como están porque ya el mundo no tiene esperanza… ¡HOMBRES DE POCA FE! No hay
vida más triste que la de las personas que viven su día a día sin un poco de
esperanza en sus corazones, por esto es bendición sentirnos parte del sueño de
Don Bosco, él nos dio esperanza, y nos la dio en los jóvenes, nos invitó a
creer en ellos porque en ellos se encuentra un mundo mejor, un mundo en el que
se puede creer porque está en nuestras manos y juntos lo estamos construyendo,
con los muchachos y con nosotros mismos como constructores.
Esta editorial es una invitación a todos esos que tenemos jóvenes a
nuestro educar, todos esos que hoy gracias a la formación salesiana somos
educadores diferentes, aunque ni siquiera seamos educadores de profesión;
también para los jóvenes líderes salesianos que se han formado para ser
pastores de otros jóvenes. Es una invitación a no desistir, a seguir creyendo
que lo mejor que podemos hacer por el mundo es lograr con la mansedumbre, el
buen ejemplo, y de la mano de Jesús y María Auxiliadora, que nuestros muchachos
se sientan amados, y sientan que son parte de un sueño que cambiará sus
realidades. Y que mejor momento para hacerles esta invitación que después de
vivir un encuentro de líderes salesianos donde es imposible no emocionarse al
ver cómo los muchachos se sienten parte del sueño de Don Bosco, y cómo ellos
mismos demuestran que no son un salto al vacío, sino que son un sueño hecho
realidad, porque Don Bosco también los soñó.
Comentarios
Publicar un comentario