“SIEMPRE, ALEGRES, CON CRISTO, EN LA IGLESIA, PARA EL MUNDO, CON MARÍA”
Hemos iniciado el mes de Agosto,
el mes de Don Bosco, el mes de la alegría, el mes de la celebración del
cumpleaños 201 de un sueño que hoy continua. Un sueño extendido por todo el
mundo, para “evangelizar educando y educar evangelizando”, con una espiritualidad
muy genuina que nos invita a estar unidos a Dios a través de los cotidiano de
nuestras vidas, con alegría, en amistad con Cristo, construyendo la Iglesia y
por ende soñando con un mundo más justo, donde reine el amor y la paz,
acompañados y bajo la protección de María Auxiliadora.
Esta espiritualidad salesiana que
la resumimos en un saludo cuando respondemos: “Bien, muy bien, no hay tiempo
para estar mal, SIEMPRE, ALEGRES CON
CRISTO EN LA IGLESIA PARA EL MUNDO, COMO DON BOSCO DIGO SÍ”.
Es la espiritualidad de lo cotidiano, que nos impulsa a hacer todo lo que
hacemos de la mejor forma y además de ofrecerle lo cotidiano de nuestras vidas
a Dios. “Camina con los pies en la
tierra, pero con la mirada puesta en Dios” nos diría Don Bosco.
Es la espiritualidad de la alegría, que es producto y consecuencia lógica
del encuentro con Dios; es la alegría de ver siempre lo positivo, aún en los
momentos más difíciles. “La santidad
consiste en estar siempre alegres” resume muy bien este importante elemento
de la espiritualidad salesiana.
Es la espiritualidad de la amistad con Cristo, centro de nuestra
espiritualidad; él nos ofrece siempre una vida nueva, un crecimiento en la fe,
él da sentido a nuestras vidas en cuanto que es el camino, la verdad y la vida.
De ahí la invitación constante de Don Bosco a los jóvenes: “Procura vivir en amistad con Cristo”.
Es la espiritualidad de la Iglesia, pues hacemos parte de ella, somos la
misma Iglesia y estamos comprometidos con la misión misma de la Iglesia dada
por Jesús a sus discípulos: “Vayan y bauticen a todos los pueblos en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” Mt, 28, 19. Don Bosco nos dice que “todo esfuerzo es poco, cuando se trata del
Papa y la Iglesia”.
Es la espiritualidad del servicio responsable, es decir de la fe con
obras. La fe nos debe llevar a hacer siempre el bien, a practicar las obras de
misericordia con los que más necesitan. Coincide este rasgo de la
espiritualidad salesiana con la propuesta del Papa Francisco de encontrar el
rostro misericordioso de Dios en el más débil a los ojos del mundo. “Nunca hay que decir eso no me toca a mí,
sino yo voy” nos dice Don Bosco a propósito de hacer siempre el mayor bien
posible.
Es la espiritualidad mariana, que nos lleva a pensar en la mamá del mismo
Jesús, que estando en la cruz nos la entrego como verdadera madre; La Virgen
María ocupa un lugar muy importante en la espiritualidad salesiana, pues es
ella quien dirige a los jóvenes a toda casa salesiana y como verdadera madre
cuida y protege a todos sus hijos. Después del crecimiento de la obra salesiana
y de tantos milagros recibidos Don Bosco nos dice: “Confía en María Auxiliadora y veras lo que son milagros”. Que la
celebración del cumpleaños 201 del nacimiento de Don Bosco nos impulse a seguir
creciendo como “buenos cristianos y honrados ciudadanos” para que podamos a
través de nuestra educación y capacitación ser luz donde quiera que el mismo
Dios nos envíe.
Por: Padre Johao Caiceso
Encargado de Pastoral
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